Siempre que suene la alarma la persona debe volver a entrar en la Biblioteca y dirigirse al mostrador más cercano, donde comprobarán las causas. Es posible que se trate de un olvido de desmagnetizar el libro en el Mostrador de Préstamo, para lo cual se comprobará si el libro está prestado y la identidad del usuario. Es frecuente que muchas librerías, tiendas de discos y clubs de alquiler de vídeo magneticen estos soportes que siempre suenan al traspasar los controles magnéticos de la Biblioteca. Si es requerido, la persona debe mostrar el contenido de todos los objetos personales que lleve consigo. El intento de robo de documentos de la Biblioteca está sancionado por el Reglamento. Ninguna persona usuaria puede abandonar la Biblioteca mientras el detector siga sonando.